La aproximación tradicional ha sido usar el sensor de movimiento, pero hoy en día es mejor opción emplear sensores de puerta o ventana (también llamados alarma de puerta). Por supuesto todos funcionan de forma inalámbrica y la instalación es muy sencilla, ya sea con cinta adhesiva o tornillos
Funciona con dos piezas que se colocan a cada lado de la abertura en cuestión. Consta de un sensor magnético que detecta si se ha abierto la puerta, y puede notificarnos a modo de alarma o activar una rutina de Alexa, Google Home y por supuesto se puede controlar por voz.
Estos sensores no sufren de falsos positivos o negativos, teniendo un ~100% de precisión, al contrario que los sensores de presencia tradicionales.